La imaginación radical nos invita a pensar en soluciones creativas para oxigenar nuestras formas de pensar, para avivar nuestra sinapsis y así despertar una nueva idea.
Cuando las niñas y niños comenzaron a crear sus casas y barrios soñados, les preguntamos sobre ¿Que tendría un barrio solo creado por niñxs? ¿Qué colores y qué formas tendrían las casas y los lugares de encuentro? ¿Habrían lugares para jugar y como serían? ¿Habrían animales? ¿Qué dinámicas tendría la comunidad ?¿Qué olores viajan por el territorio? ¿Cómo se sentirán los y las vecinas? Estas son algunas de las preguntas detonadoras y estimulantes que han servido para materializar este hermoso sueño colectivo.
Desde el 1 de abril nos venimos encontrando cada sábado con los niños y niñas del proyecto Matinée. A través de prácticas pedagógicas alternativas desarrollamos talleres divertidos donde cada uno de nuestros participantes se sienta escuchado y tomado en cuenta.
Por medio de la lectura, escritura, exploración artística y prácticas corporales, promovemos una participación activa en cada encuentro.
En estos últimos meses hemos trabajado en el desarrollo de habilidades emocionales y sociales, la defensa de derechos de los niños y niñas y la prevención de violencias, mediante herramientas cómo el imaginario colectivo y la inteligencia espacial hemos desarrollado sus lugares seguros y soñados.
Hasta el mes de octubre estamos en la construcción de los lugares soñados, mediante técnicas artísticas como la pintura, el dibujo, la manualidades y la escultura están creando sus territorios, donde convergen sus problemáticas y buscan desde sus imaginarios y creaciones la soluciones de estos.