LabTransJaquer

Reflexiones del proceso creativo y desarrollo del laboratorio

Laboratorio Transjaquer fue un proyecto de exposición, reflexión y pensamiento que construimos colectivamente con artistas cercanas a los procesos de la casa Platohedro.

Mediante una beca de Idartes para Espacios en residencia El Parqueadero, un espacio ubicado dentro de los Museos del Banco de la República, nos desplazamos a Bogotá durante un mes y medio, de mayo a julio de 2019.

La relación afectiva con las artistas permitió la convivencia en una residencia en el barrio La Candelaria, cercana a El Parqueadero. Compartir el espacio fue un ejercicio de construcción de confianzas entre todas. La convivencia se planteó de manera que cada colectivo pasara 10 días de residencia aproximadamente, junto a una persona del equipo de Platohedro. Cada conjunto tuvo que llegar a sus acuerdos y dinámicas de convivencia referidas a la alimentación, el aseo, la seguridad, los cuidados, las visitas o las horas de trabajo. Todo con una "autonomía dialogada", confiando en poder plantear las inquietudes que surgieran y buscando entre todas las posibles soluciones. De este modo se trabajaron y se (des)aprendieron micropolíticas que permitieron reflexionar sobre los roles de género, la autogestión y la colectividad.

El montaje de Laboratorio Transjaquer en el Parqueadero fue nuestra primera experiencia de exposición a gran formato dentro de una institución. Desde el comienzo hasta el final fue un gran reto. Cumpliendo con la idea del error como metodología de aprendizaje, desde la ideación hasta la puesta en marcha de cada dispositivo, dimos lugar a un gran laboratorio en el que fuimos adquiriendo el conocimiento preciso para cada detalle.

Otra de las cuestiones que más nos hizo reflexionar fue pensarnos desde la curaduría, ¿qué es la curaduría para Platohedro? Durante el proceso definimos que -curar es, como bien dice el origen la palabra, -cuidar. Cuidar las ideas y las personas que abrazamos en nuestros proyectos, cuidar los esfuerzos y el buen vivir de cada una, cuidar los contenidos y sus formas, todo ello para poder construir desde los afectos y el diálogo, sin (pre)juicios, ni premisas absolutas.

Aprendimos a reflexionar sobre nuestros intereses en generar proyectos expositivos, sobre cómo aplicar en ellos las metodologías que implementamos en nuestros procesos artístico-pedagógicos y de trabajo, tales como el -te cambio lo tuyo por lo mío, hazlo tú misma, hazlo con otras, el error o el enfoque basado en soluciones (EBS). Nuestras intenciones al generar exposiciones se encuentran alejadas de lo que en el arte contemporáneo se entiende por -cubo blanco y también de las exposiciones didácticas de índole científico-académico, a nosotras nos interesa salirnos del margen y de las normas de comportamiento de las salas de museos, -no tocar, -no hablar alto, -no hacer ruido, etc. De este modo diseñamos de forma natural y orgánica una exposición viva, en la que todas podían tocar, hablar duro, hacer ruido, expresarse y participar de las actividades programadas durante todos los días en que se desarrolló Laboratorio Transjaquer. Gracias a los diferentes dispositivos, quienes pasaron por El Parqueadero pudieron hacer ruido con los body noises, montar collages y fanzines, escuchar radio y expresarse como quisieran.

La vida de la exposición y de las propuestas de las artistas que la dieron lugar, nos permitió conocer otras personas y colectivos de Bogotá y de otros lugares de Colombia, con las que pudimos aprender y compartir. Dándonos cuenta de que las instituciones las hacen las personas, en el hacer reflexionamos sobre la importancia de la relación que se construye con estas personas, generando respeto y reconocimiento por la otra.

Laboratorio Transjaquer fue un jaqueo, una grieta que abrimos en los modelos formales del museo, un reto, un diálogo constante entre y con nosotras, las artistas y el espacio, un afecto positivo a nuestras maneras de hacer y repensarnos, un aprendizaje sobre fluir y escuchar.

Durante el tiempo que duró el proyecto casi todo el equipo viajó a Bogotá, todas nos vimos involucradas en su construcción y su puesta en marcha.

Terminamos juntas, hablando con las artistas y las personas que pasaron por el proyecto sobre la publicación del libro de los 15 años de Platohedro, “Multiversos”.