Sonorización del agua
líquido
hielo
ebullición
Santiago de Chile, Julio de 2020

La escucha es un acto de silencio. Es un acto reflexivo, un acto de respeto, un acto de entrega silente hacia un cuerpo inmaterial, hacia una materia intangible, hacia ondas mecánicas que nos provocan, vibraciones que evocan, que nos hacen sentir, reflexionar, recordar, permanecer, resistir, estar o simplemente ser. Pero este acto silente o incluso humilde, viene seguido de una respuesta, la escucha en ese sentido, es también es un acto político ya que al escuchar nos debemos hacer cargo de lo que escuchamos. La escucha indudablemente nos afecta.

En esta etapa he capturado sonidos en contexto de cuarentena. He registrado sonido de lluvia resonando en la ciudad, pandemia en invierno, invierno en pandemia y la ciudad, más silente que de lo común, donde resuena y reverbera a través de la arquitectura del espacio.
El agua fluye, arrastra, arrasa, inunda, se adapta, se cuela, se escapa.

Junto con la lluvia, y por el acontecer nacional, estallaron cacerolazos por razones que se vienen arrastrando desde hace varios años y que explotaron el 18 de octubre de 2019.
Los cacerolazos son una forma de manifestarse que dentro del contexto de pandemia, no rompe con los protocolos sanitarios impuestos pues mantiene la distancia social y evita aglomeraciones. Tal como se solía hacer en tiempos de dictadura militar en Chile y con toque de queda (al igual que en pandemia). A cierta hora comienzan a sonar las cacerolas, una a una, sumándose así un gran grupo manifestante que resuena y recae sobre la ciudad. Muchas son las razones que acompañan cada golpe de cacerola, muchas son las razones que las hacen retumbar: los interminables femicidios, el fallo ante la sentencia del caso Martín Pradenas - violador de situación acomodada - que en una primera instancia no apoya a la víctima y que gracias a la presión social, manifestaciones y cacerolazos, se logra rectificar la sentencia quedando en prisión preventiva, el retiro del 10% de la AFP, el plebiscito nacional por cambiar la constitución impuesta en dictadura y escrita a puertas cerradas, el saqueo de agua, la privatización de agua, el lucro en la educación, los bajos sueldos y así, la lista es larga. Pueden prohibir salir a la calle a manifestarse, pueden callar los múltiples carteles con demandas en la ciudad, pueden censurar de manera incansable, pero no callarán la voz de la cacerola que busca incomodar y ser oída.

La forma en que sincronizada y espontáneamente se va propagando y expandiendo el sonido de las cacerolas es similar al momento justo cuando comienza a llover y se va propagando y expandiendo la superficie donde la lluvia cae.
*este es un alfabeto creado colectivamente con algunas de las razones de
disgustos a nivel sociopolítico. Es un homenaje a las acciones NO+ del grupo CADA.
Parar, detenerse y escuchar, desde donde estás.
Este paisaje sonoro es el resultado del ejercicio de escucha:
Audio aquí
Y propagándose como lluvia (y gracias a la virtualidad) se abre un diálogo con Violeta García, quien desde su cotidiano en Argentina, me devuelve una composición sonora/musical improvisada en Cello e inspirada por el sonido de lluvia y cacerolas.
Cómo el cacerolazo se va propagando, activando, expandiendo y afectando.
Paisaje sonoro/registros en cuarentena/arquitectura del espacio, arquitectura del sonido
La fuerza del mar, la fuerza del río, una ola
Se propaga
Como los afectos* medios de contacto y afectación
Ce Pams | Platohedro
Audio aquí
III.
preludio
3 estados de la materia
Líquido/ejercicios de escucha